Ni Reino Unido ni Francia: el país de los superricos de la OTAN declara a Rusia la mayor amenaza para la seguridad
Su agencia de Seguridad incluye como peligro a China e Irán.
En su informe anual, la agencia de Seguridad Sapo de Suecia revela que Rusia representa su "mayor amenaza". Aunque admiten que desde la adhesión del país nórdico a la OTAN "habían fortalecido su seguridad", "también había llevado a un aumento de la actividad de la inteligencia rusa". El país nórdico forma parte de la alianza desde febrero de 2022. Según la BBC, se ha convertido en el país de moda para "los superricos".
En declaraciones recogidas por el canal británico, la jefa del organismo, Charlotte von Essen, confirma que "hay un riesgo tangible de que la situación de seguridad pueda deteriorarse aún más". Además, informó este martes que las actividades de inteligencia de Rusia tienen el objetivo de "socavar la cohesión entre los miembros de la OTAN, contrarrestar el apoyo occidental a Ucrania y eludir las sanciones".
Von Essen advirtió que los suecos "deben estar atentos" a las "narrativas antiestatales generalizadas y las teorías de conspiración" que buscan actuar como una "fuerza desestabilizadora". "Es importante que no normalicemos la nueva situación".
En el informe publicado y recogido por el medio británico, la agencia enumera alguno de los incidentes sospechosos y qué países pueden estar detrás. "Una serie de cables submarinos y gasoductos han resultado dañados en presuntos ataques desde la invasión rusa de Ucrania, lo que ha llevado a la OTAN a lanzar una misión de observación en el mar", revela.
Además, identifican a Irán y China como importantes amenazas de seguridad para el país nórdico. En este sentido, el año pasado, Sapo acusó a los servicios de inteligencia iraníes de hackear un servicio de mensajería de texto, enviar 15.000 mensajes a los suecos, después de varias quemas del Corán. "Irán califica de infundadas esas acusaciones", reza la publicación.
El documento anual confirmó que las amenazas de inteligencia extranjera incluían "ataques cibernéticos, robo de tecnología y seguimiento del movimiento de disidentes extranjeros que vivían en Suecia". Los dos últimos, dice que fueron llevados a cabo por China, pero Pekín niega "rotundamente" cualquier implicación.
En cuanto al terrorismo, se concluye que la amenaza sigue siendo "alta", y que se trabaja para diversificar para no sólo incluir a las "actuaciones motivadas ideológicamente", sino también a "la violencia instigada por una potencia extranjera y a los jóvenes con una fascinación por la violencia que se han radicalizado en línea". Suecia permanece en alerta máxima por terrorismo, con un nivel de amenaza evaluado en cuatro de una escala de cinco puntos.
